martes, 11 de febrero de 2014

El fariseismo actual


Se da hoy día que todo el mundo ve fariseos por todas partes. Lo cierto es que los progresistas ven en los católicos tradicionales puro fariseísmo, y los lefebvristas y sedevacantistas también ven a los conciliares como fariseos, acusándoles de tergiversar a su antojo la letra de los antiguos documentos pontificios para llevarse el gato al agua.

Para saber qué es fariseismo actual, sepamos qué es el fariseismo.

A) ¿Es el mucho apego a las tradiciones y a las formas?
No puede serlo en sí, porque el mismo Fransciso de Asis y Santa Teresa de Jesús lo tenían. Hay mucha hipocresía cuando se habla de las formas. Los progresistas acusan a los defensores de la liturgia tradicional de exceso de celo en este aspecto. Pero ellos también tienen ese celo, sólo que por formas absolutamente ordinarias (no uso el término de forma peyorativa), quizás por influencia del marxismo o de un extremo igualitarismo democrático. Nunca he conocido a un católico que se indigne fortísimamente por misas en las que las vestimentas o elementos litúrgicos no sean lujosos. Sin embargo sí he conocido a cientos de progresistas que se indignan por misas en las que las vestimentas o elementos litúrgicos sí lo son. Pues eso es que también les importan las formas. De hecho su radicalismo al respecto empequeñece al del tradicionalista más recalcitrante. Si no les importasen las formas les darían igual los zapatos rojos que los negros, o las casullas doradas que las simples, pero no es el caso ¿Serán al final los fariseos ellos? Salvemos a unos y otros de tal acusación puesto que es lógico ser consciente de que la forma importa, pues evidencia el contenido de la cosas y condiciona a las personas, por mucho que los despistados no se den cuenta.

B) ¿Es el mucho apego a la moral? ¿A la moral como ley?
Quien diga que el tener mucho apego a la moral es fariseismo, evidencia su amoralidad. Según esta premisa todos los santos serían fariseos. ¿Y es fariseismo entender la moral como ley? Pues la moral siempre se entendió como ley. O ando muy despistado o creo recordar que Moisés dió al pueblo judío las tablas de la ley, también llamadas los 10 mandamientos. O ando muy despistado o creo recordar que Jesús dijo a aquél hombre que le quiso seguir pero que al final no tuvo el corage necesario, que lo primero era cumplir todos los mandamientos. O ando muy despistado o Jesús dió el resumen de los Diez Mandamientos en dos, amar a Dios y al prójimo, con lo que legitimaba todos los anteriores y seguía dando a la moral carácter de mandamiento.

C) ¿Entonces qué es?
Pues el fariseismo es una secta religiosa judía de hace dos mil años con unas características y filosofías propias, no extrapolables en términos absolutos a la actualidad. En general estaban bastante corrompidos y Jesús los atacó fuertemente, pero también es cierto que su doctrina a veces coincide con la de Cristo y que no todo el monte era orégano. Lucas constanta, al menos tres veces, que un fariseo invitó a comer a su casa a Cristo. En una ocasión los fariseos advierten a Jesús de que Herodes Antipas trama su muerte (Lc 13,31). En el relato de la pasión no se hace mención de los fariseos aunque sí de los sacerdotes y ancianos. Nicodemo era fariseo, así como Gamaliel, que defendió a los apóstoles en el Sanedrín. Y entre los primeros cristianos había muchos fariseos, presumiendo de hecho San Pablo de su condición como tal (Fil 3,5).
En todo caso, aunque dentro del fariseísmo hubiese hipócritas, orgullosos, o corruptores del sentido de la ley (y/o de la moral), y todo esto pueda ser aplicable a gente de hoy, si queremos comparar el fariseísmo con filosofías actuales corremos el riesgo de malinterpretarlas, así como de malinterpretar lo que era esa secta de hace dos mil años y lo que Jesús reprochaba.
No es que esté mal seguir la ley, es que está mal no seguirla, sin importar esto en absoluto, mientras se es implacable con el prójimo.
No es que esté mal seguir la ley, es que está mal utilizarla a antojo para burlarla o exigirla según conveniencia.
No es que esté mal seguir la ley, es que está mal convertirla en puro formalismo con desprecio por el contenido.
No es que esté mal el formalismo, es que está mal utilizarlo para limpiar conciencias olvidándose por entero del contenido.

Y estos defectos en el fariseismo los podemos tener en parte cualquiera de nosotros, pero no creo que de forma tan exagerada. Muchos de estos llegaban a tener una auténtica enfermedad moral, por la cual para poder andar más de 900 metros de piedra a piedra en sábado, lo que estaba prohibido, arrastraban la piedra esa distancia y continuaban su camino. Por tanto no extrapolemos lo que no se puede extrapolar, y hablemos con sensatez de estos temas.

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