El comunicado emitido por el Vaticano con respecto a la celebérrima llamada telefónica del Papa ha sido como mínimo ambiguo. (ver aquí ). La pregunta del millón: ¿Por qué hablan de "no fiabilidad de las fuentes" en vez de desmentir directamente la noticia?
La gente sólo baraja dos posibilidades, la primera y la segunda que voy a enunciar, pero quiero aportar una tercera y cuarta que me parecen más lógicas.
- Porque ha sido verdadera. Aunque en ese caso, aún no mintiendo el comunicado, resulta como mínimo fullero. Mucho más honesto hubiera sido no decir nada.
- Porque ha sido falsa pero no entran a desmentir todos los bulos que haya. Posición insensata, pues este bulo a diferencia de otros menos sonados, necesitaba aclaración.
- Porque ha sido una media verdad. La noticia no es lo que parece; el Papa no ha dicho exactamente lo que se le atribuye; ha dado consejos teniendo en cuenta unos hechos algo distintos y más complejos de lo que nos han contado, y entrar al quite de una casuística nada simple sólo añadiría más confusión. Mejor dar un capotazo y recordar que la doctrina es la de siempre.
- Porque no saben si lo ha dicho el Papa. Es probable que ni siquiera hayan hablado con él y que consideren impropio pedirle cuentas de conversaciones personales. La portavocía de la Sente Sede ante hechos así se limita a decir que la doctrina no cambia, porque es verdad, y que las fuentes no son fiables. Pero como casi toda institución elefantiastica, el entramado vaticano funciona prácticamente de manera autosuficiente, y en este caso no han preguntado al Papa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario