lunes, 20 de enero de 2014

"COMBATEN CON EL PAPA A LOS OBISPOS". Conferencia Episcopal de Polonia.


El presidente de la Conferencia Episcopal de Polonia, monseñor Józef Michalik, ha advertido en Przemysl que se está usando al Papa para arremeter contra los obispos: "Con el Papa se combate hoy en Polonia en contra de los obispos: Papa Francisco bueno, obispos malos; Papa Francisco sí, obispos e Iglesia en Polonia no".

Estas declaraciones son realmente preocupantes por tres razones: La primera porque las ha realizado ni más ni menos que el presidente de la Conferencia Episcopal de un país tan católico y emblemático como Polonia. La segunda porque el hecho de que un obispo de su talla se atreva a decir lo que ha dicho, que puede ser tomado (aunque no necesariamente) como una enmienda a la actitud del Papa, es significativo y evidencia lo alarmante de la situación. La tercera porque lleva razón en sus declaraciones. El hecho de que se usa al Papa para atacar a la Iglesia, a los obispos, o a la doctrina o moral católica es una realidad incontestable. Cualquier fiel que intente hacer defensa o apologética de valores católicos como la condena del aborto se habrá encontrado con que el caballo de batalla de los apóstatas en nuestra contra es el Papa Francisco. Esto es así, le duela a quien le duela.

Aquí cabe una reflexión. Antes que nada, partamos de la premisa de que la infabilidad del Papa, según la doctrina católica y tal como recordó Benedicto XVI, es sólo apta para contadísimas ocasiones y circunstancias. Por ejemplo, a pesar de la enorme consideración y estima que tengo a la encíclica Humana Vitae, he de reconocer que la misma Iglesia confiesa que no se formuló como magisterio infalible. Lo que no quiere decir que el escrito no tenga 100% razón y que sea 100% católico. Sin embargo, el dogma de la Inmaculada Concepción sí fue proclamado de forma infalible con toda la formalidad que eso exige. Un Papa es un ser humano y puede tener aciertos, tal como los tuvo Pío X, o errores, tal como los tuvo el papa Borgia Alejandro VI. Lo único que invalida a un Papa como tal en este sentido es la proclamación de una herejía, pero para que esta sea considerada como tal y no como un error doctrinal humano, también la Iglesia pone condiciones, tales como la porfía en el error a sabiendas de que es mentira.

Pues pasemos por alto qué de bueno o de malo habrá hecho o dicho el Papa Francisco y centrémonos tan sólo en reflexionar sobre el mensaje media. Benedicto XVI habló del mismo cuando comentaba la recepción del Concilio Vaticano II. ¿Y qué quiere decir esto? Pues que una cosa es lo que se dice y otra lo que mediáticamente llega a las personas. Hay que aprender a conseguir que las declaraciones o las líneas pastorales, a pesar de que puedan ser manipuladas, lleguen sin que se tengan dudas sobre la posición mantenida acerca de lo que es bueno y de lo que es malo. Por ejemplo, si yo digo que el aborto es un crimen, quizás los medios de comunicación me crucifiquen y presuman que digo cosas que no son ciertas, pero quedará meridianamente clara mi postura. Si por una mal entendida misericordia, aunque no cambie mi posición sobre este horrible pecado, no hago más que echar paños calientes, mediáticamente llegará que mi postura ha cambiado.

De la primera forma la manipulación ataca a mi persona pero la posición moral que anuncio queda absolutamente clara, todo ello para beneficio de los que me escuchen. De la segunda forma el mundo me alabará, pero el anuncio habrá llegado al revés, para desgracia de todos.

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